Al enterarme de la persecución de migrantes en EE. UU., vino a mi memoria el viejo recuerdo del huido, escribe Carlos Decker-Molina.
En la maravillosa novela de Franz Kafka El Proceso, hay un diálogo entre el ujier y K.
El ujier: “… son acusados, todos los que ve aquí son acusados”.
K responde: “¿De veras? Entonces son compañeros míos”.
En la soledad de mi escritorio, veo el rostro de mi abuela con las mejillas arrugadas y los ojos llorosos. Me abraza como si fuera la última vez, y lo fue. Esa noche dejé Bolivia. Desde ese día, el exilio vive en mí.
Al enterarme de la persecución de migrantes en EE. UU., vino a mi memoria el viejo recuerdo del huido, no importa si es político o migrante. Es la mezcla de la economía y la política lo que produce el fenómeno.
Si viajas solo en un avión o caminas por la avenida de Mayo de Buenos Aires, o por la Odengatan de Estocolmo, donde nadie te conoce, no eres nadie. Nadie puede averiguar tu angustia, ni el motivo de tu nerviosismo… Todos te persiguen. Tienes miedo de que te pidan “papeles”.
Eramos unas cucarachas
Tommy, el judío de la cafetería de la esquina, me cuenta:
Para los nazis, éramos y somos unas cucarachas a las que hay que eliminar.
El palestino de la cafetería de la otra esquina me dice:
Las víctimas de los nazis dicen que los gazatíes y todos nosotros, los palestinos, somos alimañas.
La deshumanización es una forma de convertir al ser humano en animal, en alimaña. Así es más fácil eliminarlo.
El boliviano que vive debajo de mi piel me recuerda:
En las policías de Bolivia, Chile y Argentina, pegaron, torturaron y a veces fusilaron, no solo porque eras socialista, sino porque eres un “indio de mierda”.
¿Te acuerdas? La última vez, en el paredón de la cárcel modelo de Salta, te dijeron: “Bolita ignorante, llegó tu hora final”.
En pleno siglo XXI, el de la Inteligencia Artificial, vuelve la deshumanización del “enemigo” de la mano de consignas que juntas forman el cuerpo de la nueva doctrina Trump.
Los migrantes latinos se han convertido en EE. UU. en los enemigos que hay que “identificar, señalar y expulsar del territorio”. “Búsquenlos en escuelas, hospitales e iglesias”.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, dice:
¡Son desechos! ¡Son basura!
Senadores de Misisipi y Misuri ofrecen 1.000 dólares a los que delaten migrantes latinos.
Una nochen en Santiago
El refugiado que mora en mí me recuerda una noche en Santiago de Chile. La llamo a la mayor de 9 años y le explico:
Es muy posible que los militares nos vengan a buscar y me lleven a mí, tal vez a tu mamá. Aquí en la pared escribí este número. Es el teléfono de la tía Elvia. Llamas para que te ayude a contactar con la abuela de Bolivia. Seguro que viene a recogerlos.
¿Y mis hermanitos? Seguro que van a llorar, y yo también.
Hoy, en pleno siglo digital, de algoritmos, X y Facebook, en la iglesia episcopal de San Mateo en Hyattsville, Maryland, hay un cura de apellido Rivera, de 60 años. No tiene hijos, pero ha recibido en tutela a una decena de niños entre los 14 y 17 años. Los padres, buscados por los temibles agentes de ICE, han decidido ceder la tutela de sus hijos al cura de San Mateo.
El exiliado-refugiado-migrante que vive en mí me recuerda que la melliza le dice a su hermano en la calle Maturana:
No hables “fuerte”, que van a reconocer que no hablas como ellos.
Hoy, en pleno siglo de drones y autos eléctricos, alguien le dice a María:
“En este país no se habla el español de mierda”
300.000 venezolanos que tenían protección legal por ser refugiados políticos de la dictadura de Maduro se han convertido en “indocumentados”. Algunos ya llegaron a Guantánamo, sitio que ya no es un enclave militar, sino la prisión internacional de EE. UU. Obama no la pudo cerrar.
¿Podrán los venezolanos hablar el español de mierda en los patios de la prisión? Guantánamo es realmente de Cuba, donde el idioma oficial es el español.
2001
Las palabras también matan. Aprovecharon el atentado del 11 de septiembre para transformar a TODOS los árabes en terroristas y a TODOS los inmigrantes en delincuentes.
Suecia 2025
La policía dice no saber “con exactitud” el motivo de la masacre de la escuela para adultos de Örebro. Hay una grabación de mala calidad donde el asesino, un blanco de 35 años que fue alumno del centro, habría dicho: “Fuera de Europa” y mató a disparos a 9 personas, hirió a seis y se suicidó.
Suecia reaccionó masivamente: minuto de silencio, políticos y la monarquía de luto, primer ministro hablando a la nación. Todavía hay esperanzas en la vigencia de la empatía. ¿Hasta cuándo?
Meses antes, el parlamento rechazó una ley para denunciar migrantes ilegales en escuelas y hospitales.
1938 – Carta del profesor
Tuvo que ser en 1938 cuando el profesor Klemperer recuerda en su diario a algunos amigos que se marcharon de Alemania, que han encontrado trabajo en Inglaterra o en EE. UU.
El no puede irse con su mujer enferma. ¿Cómo dejar su casa, el jardín que Eva convirtió en un vergel?
“Nosotros nos hemos quedado aquí, en la vergüenza y la penuria, como enterrados vivos, enterrados hasta el cuello, esperando día tras día las últimas paletadas”.
2025 – Mensaje escrito al borde de una página arrancada de una revista
“Please, if the ICE takes me, let my sister know that, she works at the Taqueria San Miguel Arcangel. Please”.
Carlos Decker-Molina
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