El 5G en el centro de la polémica mundial


Teorías de Conspiración, guerra de comercio entre EEUU y China. No es posible reducir a una sola causa las dificultades que está enfrentando la tecnología móvil de quinta generación para materializarse, escribe Gabriel Levy en esto texto.

No es posible reducir a una sola causa las dificultades que está enfrentando la tecnología móvil de quinta generación para materializarse, podemos caer en la tentación de culpar en gran medida a la desafortunada oleada de desinformación. Sin embargo, si se observa desde cierta distancia, es posible identificar causas más profundas y estructurales, que probablemente ameriten una revisión de fondo a las dinámicas de la industria de las telecomunicaciones.¿

Qué está pasando con el 5G y qué tan incierto es su futuro?Cuando se trata de fármacos, la delgada frontera entre la cura de una enfermedad y una intoxicación mortal está mediada por la dosis, cualquier medicamento aplicado en una dosis superior a la adecuada termina siendo nocivo para la salud: “Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea. La dosis diferencia un veneno de un remedio” decía el padre de toxicología Paracelso. Al igual que ocurre con los medicamentos, la delgada frontera entre una señal de telecomunicaciones que sirva para comunicar y una señal que afecte la salud humana está mediada entre otras cosas, por la potencia. Por ejemplo (aunque hay otros factores), lo que más diferencia el transmisor de un horno microondas y el de una antena de comunicaciones microondas es en gran medida la potencia con la que se transmite. En otras palabras, al igual que como ocurre con los fármacos químicos, las radiofrecuencias son potencialmente nocivas para la salud y pueden llegar incluso a causar la muerte sino están adecuadamente suministradas, gestionadas y testeadas.

Todo lo anterior podría explicar eventualmente la amplia propagación de tanta desinformación, temores y discursos apocalípticos acerca de los peligros de la tecnología 5G, rumores y falacias que han cuajado en la población mundial especialmente en los últimos meses.

Hace aproximadamente 75 años, Joseph Goebbels propuso los 11 principios de la propaganda nazi, una eficaz fórmula con la que el nazismo logró fortalecer su ideología en la mente de los ciudadanos,fomentando el antisemitismo y llevando el mundo a la guerra. Aunque los once principios aplican de forma consistente con el fenómeno de desinformación que rodea la implementación de la tecnología 5G, particularmente destacamos la evidente coincidencia con el octavo:“Para que una idea se propague debe estar mediada por un principio de verosimilitud, debe estar basada en una verdad a medias, que se construye con argumentos a partir de fuentes fiable, fragmentadas y diversas, de esta manera logra ser creíble”. Joseph Goebbels.

La implementación del 5G está siendo bombardeada mediáticamente con todo tipo de noticias que hablan de sus peligros, exagerando, simplificando, desfigurando y vulgarizando sus efectos. Pero, estas “noticias” buscan asiento en factores parcialmente ciertos, toda vez que potencialmente existe un riesgo para la salud humana si la tecnología no se implementa de forma adecuada.Desde esta perspectiva, no asombra que existan miles de noticias sobre el 5G disponibles en Internet que cumplen con los anteriores criterios; incluso algunas de ellas sugieren su relación con el Covid-19.

Aplicando en su estructura principios del periodismo como la respuesta a las preguntas “¿quién?, ¿cómo?, ¿por qué? y ¿para qué? planteamos un escenario hipotético que pueda explicar un fenómeno desinformativo que cada vez toma más fuerza.

¿Quién?

Para responder esta pregunta es a su vez necesario preguntarse ¿a quién no le conviene que el 5G se despliegue?, ¿a quién podríamos identificar como un enemigo del 5G?, ¿quién es el más beneficiado con el fracaso de la tecnología del 5G?.En primer lugar, no podemos descartar a los fanáticos de las teorías de las conspiraciones, popularmente conocidos como “conspiranoicos” un segmento de la población que de forma espontánea elabora todo tipo de relatos apocalípticos paranoides que en muchos casos logran generar eco en la población;  sin embargo, su alcance es limitado y difícilmente alcanzaría un despliegue como el que han logrado las FakeNewsdel 5G.En segundo lugar, no podemos pasar por alto a Donald Trump, el presidente de los Estados Unidos, que en múltiples ocasiones ha expresado su malestar respecto de los avances que tiene China en la tecnología del 5G. Este político y personalidad de televisión, sin ocultar su malestar le declaró una guerra comercial al país asiático y a sus compañías más emblemáticas. Así, ha causado una efectiva ralentización en el avance del 5G en lo que puede ser un intento por ganar tiempo para equiparar la asimetría entre las compañías de Occidente y las del gigante asiático. Es importante precisar que, al referirnos a Donald Trump como cabeza visible de un gobierno, se trata no solo de una persona, sino de todo el movimiento social, económico, político y religioso, que lo secunda y acompaña en la defensa de su agenda política.

Todas estas trabas promovidas por el gobierno de Donald Trump han generado retrasos en el avance del proyecto y han desencadenado una tensión diplomática, política y económica innecesaria, pero indiscutiblemente oportuna para la agenda política y comercial no solo de Estados Unidos[31], sino también de sus aliados en Occidente[32].

¿Para qué?

En el caso del primer grupo, es decir, los originadores espontáneos de la teorías de la conspiración, posiblemente se trate simplemente de una forma paranoide de ver el mundo, que, basada en la desconfianza ¾y sumada a un deseo de notoriedad e influencia a cualquier costo¾, plantea que, prácticamente detrás de toda actividad humana, principalmente de origen gubernamental o empresarial, existe una doble agenda de conspiración.

En el caso del gobierno de Donald Trump, las razones parecieran ser otras. El reciente y riguroso estudio The 5G Economy, realizado por IHS Markit y presentando en noviembre de 2019, estima que, luego de una década de implementación, la tecnología 5G moverá en el mundo alrededor de 13,2 billones de dólares, es decir, 13 millones de millones de dólares (poco más del 50% del Producto Interno Bruto, PIB, anual de los Estados Unidos), con una utilidad aproximada de 2,2 billones de dólares (equivalentes al PIB anual de Italia. A su vez, generará 22,3 millones de empleos(el doble de empleos que toda la industria automotriz global), producirá infinitas oportunidades de negocio y transportará monumentales cantidades de informaciónEl poder derivado de semejante red implica que si esta tecnología es controlada por China, el país asiático tomaría control global como la primera superpotencia, desbancando a Estados Unidos no solo en lo económico, sino en lo tecnológico, y de paso quedaría en una notable ventaja militar y geopolítica, tema que Trump ha expresado abiertamente como una genuina preocupación.

¿Cómo?

Por una parte, las teorías de conspiraciones han anidado bastante bien en los medios sociales, principalmente si se trata de noticias que tiene cierto grado de verdad. Eso posiblemente es lo que está ocurriendo con el 5G[44], en donde los conspiradores, aprovechando los evidentes riesgos que existen en las tecnologías de radiofrecuencia para la salud humana, logran derivar miles de noticias falsas, que se riegan como pólvora por la red gracias a muchas otras personas que fácilmente creen las noticias y que sirven como reproductores de las mismas.

Por otra parte, si algo quedó claro después de las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos es la capacidad que tiene Donald Trump para manipular las masas con noticias falsas, inexactas o imprecisas, utilizando información obtenida de medios sociales. Aunque las investigaciones dejan aún mucho terreno en gris, entre otras cosas por la interferencia del poder, parece que fue este el sistema que usó a su favor la empresa británica Cambridge Analytics, con una tecnología muy polémica que también puede haber tenido algo que ver con el triunfo del Brexit en el Reino Unido.

¿Por qué?

De todas las preguntas, esta sea probablemente la más compleja de responder, debido muy seguramente a que no existe una sola probable respuesta.

De un lado, es necesario tener presente que el riesgo asociado a la implementación de cualquier tecnología que utilice radiofrecuencia es real. En el caso del 5G la percepción del riesgo se ve reforzado por el hecho de que utilizará ondas milimétricas, mayor despliegue de antenas y transmisores que estarán ubicados en proximidad de hogares y personas y que su despliegue será masivo a nivel global.

Teniendo en cuenta que la OMS ha advertido en diversas ocasiones sobre los potenciales riesgos de los equipos que utilizan radiofrecuencia[57], es imposible desconocer completamente la potencial amenaza. Esto alimenta la mente de los conspiranoides con argumentos que parecen muy reales[58], al tiempo que las voces honestamente escépticas y críticas de personal de la salud y científicos pueden ser distorsionadas para propósitos de desinformación.

Hasta que con estudios científicos serios y rigurosos, no se demuestre lo contrario, toda acusación en contra del 5G es una simple especulación que entrará en el plano de las Fake Newses importante hacer notar que todas estas suposiciones podrían evitarse de mejor manera si existieran estándares de industria mucho más rigurosos en esta materia, tales como la incorporación significativa de investigadores científicos del área de la salud a los equipos de desarrollo tecnológico, así como estándares gubernamentales mucho más exigentes que requieran rigurosas pruebas médicas y clínicas para garantizar la seguridad del 5G.

Irónicamente, gobernantes como Donald Trump, que defienden los intereses de las grandes corporaciones y la reducción de la participación del Estado en la regulación económica, son los responsables de que entidades como la FCC (Autoridad Federal de Comunicaciones en los Estados Unidos)no exijan mayor cantidad de estudios rigurosos en la normatividad, ya que estos estudios tienden a demorar los procesos de implementación y potencialmente pueden elevar los costos de producción. Actualmente, la seguridad de una nueva tecnología se limita a las pruebas de laboratorio que se realizan durante el proceso de certificación del estándar, mas no se complementan con estudios de campo extendidos que eviten con evidencia y contundencia cualquier crítica respecto de la tecnología misma.

Por otra parte, imaginar que nuestro mundo ultraconectado pase a estar vigilado por sensores estatales, no resulta para nada tranquilizador y por el contrario, un futuro controlado por un gobierno totalitario y despótico como lo es el gobierno de China, al mejor estilo del gran hermano de la novela de Orwell, sería un retroceso histórico sin precedentes para la humanidad, algo que resulta altamente probable, si China logra dominar la industria del 5G, pues tendrá a su alcance la posibilidad de manipular la economía y geopolítica global, tal y como es constantemente advertido por investigadores y filósofos, que han denunciado la posibilidad de que este gigante asiático quiera exportar al planeta su modelo de Control Total mediado por la tecnología.

Gabriel Levy

Este artículo fue escrito en colaboración con Sergio Andrés Urquijo M y está soportado con 70 fuentes periodísticas y académicas como evidencia de la información. 

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